Al recorrer la autopista que va desde Sicuani hasta el final de la pampa de Anta, se observa que casi todas las laderas de los cerros ubicados a izquierda y derecha, se encuentran pobladas en un 100 % por bosques de eucalipto, como consecuencia de la reforestación que practican desde hace muchas décadas los pobladores con fines de explotación del recurso forestal para la extracción minera, otras industrias así como para vigas de las casas, herramientas, pontones, muebles, combustible para la cocina, estacas, etc.
En las partes baja y plana de los cerros se ubican principalmente chacras de maíz, papas, trigo y otros cultivos y casi todas las chacras tienen cercos vivos en muchos casos con eucaliptos y en un mínimo porcentaje con álamos, ciprés y sauce llorón. Sin embargo, existen muchas extensiones de terreno en las laderas (que sumados pueden alcanzar miles de hectáreas) que no presentan cultivos ni bosques de eucaliptos ni tocones como muestra de haber sido explotados con el eucalipto.
En la actualidad el Gobierno Regional Cusco viene ejecutando el proyecto “Plantaciones Forestales en las Comunidades de Ccorca, San Jerónimo, San Sebastián y Saylla” por el cual producirán 1,500,000 plantones de especies nativas como la queuña, chachacomo, q’olle y quishuar para la forestación y reforestación en 1,600 hectáreas de los distritos mencionados. Al respecto, las municipalidades provinciales deberían entablar convenios con el GRC para la producción y forestación de especies nativas en las laderas libres de eucaliptos o de cultivos; o en caso contrario, establecer su propio vivero para el fin indicado puesto que existen grandes extensiones de terrenos libres en las laderas indicadas.
En tales terrenos libres deben forestarse árboles o arbustos de especies nativas para formar bosques, porque aparte de pequeños bosques de queuña (al lado de los baños de Tambomachay, en la ladera del Cristo Blanco y en la planicie superior a Quenco, no hay bosques de árboles nativos en todo el trayecto mencionado. Es una gran inversión del Gobierno Regional y no podemos permitir que las reforestaciones se pierdan por descuido y así perdamos la oportunidad de contar en el futuro con bosques de especies nativas y debemos hacer lo imposible para que las reforestaciones que se vienen ejecutando, se cuiden al máximo. Lo ideal sería que los terrenos forestados o reforestados deberían cercarse a fin de evitar acciones depredadoras y la herviboria del ganado vacuno, caprino u ovino y/o crear un incentivo (semillas, herramientas, abonos orgánicos, etc pero no dinero) a las poblaciones o comunidades para que cuiden por lo menos hasta que los plantones alcancen 1.20 o 1.50 de altura.
El objetivo de la presente propuesta es recuperar y conservar el ecosistema de las laderas que son explotadas por una sola especie que es el eucalipto, por lo tanto los terrenos deben estar degradados, debido a que el eucalipto parece absorber mucha agua y nutrientes. Si bien es cierto que el eucalipto presta un gran servicio ambiental que es el de evitar la erosión y los derrumbes; sin embargo vemos que en los bosques del eucalipto solo crecen gramíneas, pero no otros arbustos ni árboles nativos. Aún más, las hojas del eucalipto no se descomponen rápida ni fácilmente, por lo que no permiten la recuperación de los nutrientes. En cambio, al reforestar las laderas con especies nativas, la hojarasca de ellas contribuye a la formación de materia orgánica que al descomponerse rápidamente ayuda a reponer o reciclar los nutrientes, recuperar el suelo y mantener la humedad del subsuelo; por lo tanto permiten la recuperación de otras especies de flora nativa y como consecuencia la fauna nativa, mejorando el paisaje, contribuyendo a eliminar parte de la contaminación atmosférica y así mitigar el calentamiento global al sembrar miles de árboles nativos.